«Armé mi primer equipo a los 17 años»

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En todas las películas apocalípticas siempre aparecen los radioaficionados que pueden comunicarse con sus equipos con sólo estar conectados a una batería de auto. En el norte de la Patagonia, esta hobby-ciencia lleva más casi 80 años estado presente, aún hoy, en tiempo de la Web. Roberto Concetti fue un precursor de esta actividad estando presente en momentos claves como la guerra de Malvinas, las transmisiones de las distintas competiciones de rally de autos, la búsqueda de aviones accidentados o del pedido de medicamentos a otros lugares de la Argentina cuando el teléfono era un lujo de pocos. Esta entrevista fue realizada hace más de 6 años por integrantes del Museo de la Comunicación Regional en la tarea de recopilar testimonios de los protagonistas de la comunicación en la región patagónica.

Los radioaficionados tienen distinta formas de comunicarse utilizando varias tecnologías entre los que figuran hablar en banda lateral, VHF y UHF, modos digitales y telegrafía. Dependiendo del sistema que utilicen pueden comunicarse a unos pocos kilómetros o a  miles. Con un handy es posible escuchar y hablar a cientos de kilómetros si aprovechan  los distintos satélites de uso para radioaficionados que pasan sobre  la Argentina. El telégrafo también posibilita comunicaciones a muchísima distancia por su economía de energía pues es un sistema que utiliza solamente puntos y rayas.

Una característica fundamental de esta actividad es que permite experimentar y crear equipos si se tiene el conocimiento y habilidades necesarios. Las antenas, uno de los elementos principales, pueden hacer con cables de electricidad comunes así como equipos armados íntegramente por radioaficionados.

Precisamente, Roberto Concetti junto a “Cholo” Miranda lograron armar un equipo, en los años 50 con el que se comunicaron, por primera vez, con centro América. “El primer equipo lo arme con piezas sueltas y cuando terminamos de hacer el equipo llamamos cq cq 40 metros (con una identificación prestada de un vecino que vivía en calle Mitre y Buenos Aires). Por ahí escuchamos atento…era de centro América, te imaginas,  fue bárbaro. Eso fue en 1952, tenía 17 años.” En esa época era muy difícil tener una radio. Uno de los precursores en traerlos a la zona fue el propietario del local Yessi. Las radios eran a batería que podían durar un mes si se las usabas unas pocas horas al día, en este caso, eran solamente para escuchar, distinto el caso de las fabricada por Concetti y el “Cholo” que podía escuchar y transmitir.

Roberto en plena faena de reparar un equipo a válvulas. Foto facebook Silvina Concetti

Durante la guerra de Malvinas, los radioaficionados fueron convocados por el gobierno militar (era obligatorio) a formar parte de una red de comunicación que abarcaba todo el país. En el caso de General Roca, la base estaba en el viejo edificio del Hospital López Lima donde funcionaba una guardia las 24 horas. “Se pensaba que iban a llegar muchos heridos de la guerra por eso se hacía base en los hospitales” explicó Roberto. “Nosotros nunca participamos en  cosas raras” aclara refiriéndose a lo que por ese entonces pasaba en el país con las operaciones clandestinas de las fuerzas armadas.

Los radioafionados valletanos también tuvieron un importante papel en desastres naturales como el terremoto ocurrido en México el 19 de septiembre de 1985, donde fallecieron más de 50.000 personas. En ese entonces se encontraban una joven estudiante de la localidad en la zona del desastre. Ante  la situación, sus familiares le pidieron a Concetti que intentara comunicarse con sus colegas mexicanos, lo que ocurrió al día siguiente cuando un radioaficionado mexicano confirmó que la joven se encontraba en buen estado de salud e incluso transmitió una grabación donde ella misma decía que estaba bien de salud.

Otra situación se generó cuando la entonces empresa estatal Gas del estado envió un avión a San Carlos de Bariloche y desapareció en la zona de El Chocón. Después de 3 días de búsqueda, con la participación de los radioaficionados, todos fueron encontrados con vida en un cañadón donde se habían refugiado después que la aeronave aterrizara de emergencia.

Una fasceta muy importante de Roberto fue su aporte con las legendarias transmisiones de las distintas pruebas de autos, la más conocida es “la vuelta de la manzana”. Concetti, junto a otros colegas,  desplegaron toda la logística de comunicaciones para transmitir por radio estas competiciones que duraban varios días llegando a cubrir cientos de kilómetros en varias provincias y hasta llegaron a incluir algunos recorridos en Chile.

El avion siempre esta presente en las transmisiones de automóviles de LU 18 de Roca. Durante muchos años, el trabajo de Roberto Concetti permitió realizar la cobertura de las competencias. Foto: LU 18

Una de las imágenes, aún vigentes, es el paso del avión que sigue, con el relato de un periodista, las acciones de los pilotos. La actividad era sumamente compleja por la falta de comunicación telefónica y la necesidad de hacer “puentes” de comunicaciones con sistemas de radio de HF y  VHF.

“Con el fallecimiento de Cozzi (fundador de la radio AM LU 18 de General Roca) me pidieron que valla a ayudar con la radio. Después de ahí empiezo con toda la parte de transmisiones de las carreras”. “También hicimos las regatas, desde Cipolleti a Viedma. Íbamos parando en los lugares (a la vera del río) instalábamos las antenas, que iban colgadas de las ramas de los árboles”. En estas transmisiones también estaba Horacio “Cholo” Miranda que re acondicionaba equipos de radio de tanques de guerra, a las frecuencias civiles, para poder usarlos.

El que pase por calle Jujuy, intersección Guemes, de General Roca puede apreciar un caño de metal que se eleva de la vivienda que está en una de las esquinas. Ese mástil era el que utilizaba Concetti para montar sus antenas y realizar las comunicaciones. Después del fallecimiento de Roberto en el 2019, los equipos todavía están en el mismo lugar que los dejó y sus familiares estudian la posibilidad de organizar un museo en homenaje a él.

One Reply to “«Armé mi primer equipo a los 17 años»”

  1. E.Ricardo Pérez

    Impresionante huella la que deja Roberto… comprometido con su pasión por la radio y por brindarse a un servicio enorme para la comunidad de entonces,habida de poder comunicarse con los más recónditos lugares.
    Merecido y sentido homenaje en su nombre y en representación de los miles de radioaficionados de la época.
    Para nuestra familia un inmenso orgullo saber que su paso por ésta vida,esté siendo reconocida.

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