La Argentina fue precursora, en el mundo, de la animación con producciones realizadas a principios del siglo pasado. El primer paso lo dio, en 1917, Quirino Cristiani, 20 años antes que se produjera el primer largometraje de Walt Disney. Mucho más tarde, este arte tiene plena vigencia en la Patagonia. Tierra de paisajes hermosos y rica cultura, ha sido cuna de dos series animadas que marcaron un hito en la producción audiovisual regional: «Los Peques» y «Alén de la Patagonia». Estas producciones, junto al impulso del Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA) y su área de animación, IUPA Toons, han consolidado un polo de desarrollo creativo en la región.
Por Mg. Marcelo Fabian Miranda mirandamarcelofabian@gmail.com
La animación es un proceso utilizado por los cineastas para crear la ilusión de que las imágenes dibujadas a mano cobran vida en la pantalla. Esto se logra fotografiando o escaneando dibujos tradicionales de personajes animados en hojas de celuloide transparentes y luego fotografiando o escaneando los dibujos en película. Cuando las imágenes se muestran a una velocidad de 16 fotogramas por segundo o más rápido, el espectador tiene la ilusión de que se está produciendo una escena en movimiento. La animación también se puede crear utilizando imágenes generadas por computadora (CGI). La animación sirve para contar historias, crear efectos especiales y hacer que los objetos inanimados parezcan moverse. También es posible crear personajes que no son humanos o que no existen en el mundo real. La animación es una forma de arte versátil para crear una amplia variedad de efectos visuales.[1]
En la década de 1910 comienzan los primeros pasos de la animación en la Argentina, y el mundo, con el trabajo de Quirino Cristiani, que se aboca a realizar cortometrajes satíricos y publicitarios. En 1917: Cristiani realiza el primer largometraje de animación argentino, «El Apóstol», una sátira sobre el presidente Hipólito Yrigoyen en tanto que en 1931: Cristiani estrena «Peludópolis», un largometraje de animación con sonido, que marca un hito en la historia del cine de animación argentino. A partir de este momento, tanto Cristiani como otros realizadores suman trabajos con esta técnica de realización de contenidos:
La animación surge en la Patagonia como un producto de la crisis del 2001
Creada en 2001 por Christian Olmos, «Los Peques» nos sumerge en las aventuras de un grupo de duendes que habitan los bosques de Neuquén. Con una estética 3D y personajes como Chicho, Nino y Tina, la serie aborda temas como la amistad, el trabajo en equipo y el cuidado del medio ambiente. Su éxito trascendió fronteras, allanando el camino para futuras producciones animadas en la región.[3]
Christian cuenta que la serie surgió «como una necesidad de buscar a una salida a la crisis que atravesaba la Argentina con una importante crisis económica e institucional». Las primeras animaciones surgieron del terreno de la publicidad con personajes que vendían productos. Más tarde, en base a esas experiencias exitosas se le ocurrió crear una serie de personajes que vivieran en los bosques de la cordillera.
Las emisiones, en un primer momento, se realizaron por circuito cerrado pero luego fueron emitidos en distintos lugares del país. El trabajo era muy intenso y la tecnología de esos años hacía que las computadoras trabajaran muchas horas para “renderizar” cada uno de los capítulos.
Otro paso importante en la animación en el norte de la Patagonia lo dio el Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA), con sede en General Roca, Río Negro. A través de su área de animación, IUPA Toons, la institución ofrece formación en animación audiovisual, preparando a estudiantes para trabajar en cine, televisión, publicidad y web.
IUPA Toons, conformada por docentes, alumnos y egresados, se dedica a la producción de contenidos originales y a la incubación de proyectos. Entre sus producciones se destacan series como «Pintino y sus amigos», disponibles en YouTube y plataformas institucionales.
«Alén de la Patagonia»: Aventuras en el Fin del Mundo
«Alén de la Patagonia», producida por Instituto Universitario Patagónico de las Artes Toons en coproducción con PakaPaka, se basa en la historia de un viaje a través de los paisajes patagónicos de la mano de Alén, una niña curiosa y aventurera. La serie, con una impronta ecológica y cultural, busca entretener y educar a niños y adultos, transmitiendo valores como el respeto por el medio ambiente y la importancia de la identidad regional.
Nicolas Martinez es coordinador del Centro de Producción, Formación y Desarrollo del IUPA. Según Nicolás «Las ventajas de producir contenidos animados desde nuestra región son varios. En principio puedo dicirte lo usual, que es que podemos contar historias, producir contenido de entretenimiento con nuestras propias temáticas, nuestra cultura, nuestros paisajes, e incluso nuestro propio registro del habla. Y eso no es poco. En segunda instancia, otro gran capital de la producción local es el de generar conocimiento avanzado en torno a la complejidad del proceso de animación. Digo que hoy podemos decir que en la norpatagonia podemos formar animadores y producir contenidos de calidad, algo que no mucho tiempo atrás lo veíamos en un horizonte muy lejano o ni siquiera representaba alguna expectativa».
El docente y realizador también cuenta sobre la contracara de la produccción de este tipo de contenidos en el sur del sur » La desventaja es compartida con la que tienen los gestores y productores del ámbito cultural de nuestra región que son los públicos, la audiencia, el financiamiento. Todo lo que hemos dicho hasta aquí sólo es posible producirlo hoy al amparo del acompañamiento estatal, pensado esta instancia como una incubadora de proyectos. Hay sí una percepción que estamos logrando torcer desde el «interior», desde la Patagónia, y es que se puede producir con calidad fuera de la centralidad porteña. Quienes habitamos los espacios relacionados a la cultura, pero me atrevo a arriesgar que es transversal a otros campos como el académico, el ecosistema emprendedor privado, etc., convivimos con prejuicios de que aquí no se puede, que no somos buenos para eso. Y a veces lo creemos. Pero claro que no lo es, y pienso además que con más apoyo y tecnología el potencial humano, creativo, profesional que hay puede explotar. Pesa para nuestra región mucho la agenda energética, el paradigma extractivo y eso nos coloca en una virtual invisibilización».
Existen productoras audiovisuales en ciudades como Bariloche, Neuquén y Río Gallegos que incluyen la animación y los efectos visuales en sus servicios. «Descubre Films» en Bariloche, es un ejemplo de productoras que incluyen dentro de sus servicios «Motion Graphics». «Patagonia Producciones» en Península Valdez, se dedica a la filmación de fauna y flora, y utiliza técnicas de animación para hacer más didácticos sus productos.
«Los Peques» y «Alén de la Patagonia», junto al trabajo de IUPA Toons, reflejan el potencial creativo de la Patagonia y han abierto un camino para futuras generaciones de animadores. Es más, para el año que viene habrá novedades pues IUPA TOONS esta trabajando en una historia dentro del universo narrativo de Alén, se llamará Rupu, un viaje de Alen de la Patagonia. Según los realizadores, ya están grabadas las voces, las maquetas musicales, el animatic y pronto se iniciará la animación. Se prevee que el estreno se realice en el 2026.
[1] https://hamamarino.wordpress.com/apuntes-sobre-la-historia-de-la-animacion-en-argentina/
[2] Ídem cita anterior
[3] https://www.youtube.com/watch?v=n0i2qpEF1Zs&pp=ygUTI2xvc3BlcXVlc2FyZ2VudGluYQ%3D%3D