Estudiantes del IUPA en plena produccion. Foto: IUPA

El cine patagónico ya tiene la mayoría de edad

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La relación entre el cine y la Patagonia comenzó a finales del siglo pasado y tuvo distintas etapas. No muchos años después que los avances tecnológicos posibilitaron plasmar imágenes en movimiento, los pocos que se atrevían a venir a un espacio  tan lejano del centralismo en la Argentina y en el mundo se interesaban, sobre todo, por los paisajes y el entorno. Después vendría la etapa de la producción de contenidos por los propios habitantes de la región hasta llegar a  una etapa donde existe un hervidero de producción de contenidos de  los más diversos.

Autor: Mg. Marcelo Miranda mirandamarcelofabian@gmail.com

Los primeros registros de la zona austral fueron realizados en filmaciones que no incluían el sonido, en blanco y negro y lamentablemente, no queda  más que mínimo muestrario pues el material se fue deteriorando con el paso de los años. El registro  que realizó Juan Carlos Portas «Patagonia, en  cinefilia del extremo austral del mundo» es uno de los más completos que existen apuntalado por la entrevista que realizó el investigador Carlos Levinton a Portas y que figura en su “En el país del viento”.[1]

La patagonia como locación de varias producciones de cine realizadas por productores de Buenos Aires fue una constante (además de ser un tema para otro artículo) hasta que comenzaron a generarse las producciones locales en dos puntos del norte de la Patagonia: en la zona de San Carlos de Bariloche y en la confluencia, en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén.

Una de los primeros registros captados de la Patagonia.

Augusto Vallmitjana y sus hijos filmaron «Río Manso» (1954) una travesía de un grupo de kayakistas que descendieron hasta el Pacífico por el río que le da título a la película,  otro documental del mismo grupo fue «Río Patagónico» (1956), filmado en 16 milímetros.[2]

Por esos mismos años, Lorenzo Kelly comenzó a incursionar en el cine, como realizador, pues ya era un aficionado a estar en las salas de cine ayudado al proyectorista. Por esos años también lo convocaba la misma pasión a Carlos Procopiuk.  En el caso de Carlos, sus primeros pasos con la imagen fueron a través de una cámara de fotos que se compró a los 16 años lo que lo hizo sumarse al  Foto Club Cipolleti, donde conoció al que sería su cómplice en varias producciones, Lorenzo Kelly.

Durante el período 1960-1980, Kelly y Procopiuk realizaron mayoritariamente documentales periodísticos televisivos como «San Sebastián» (1968), «Artista de Bariloche» (1969), «Artistas y Artesanos del Bolsón» (1970), «Alas sobre el lago» (1973), por citar sólo algunos. La intención comunicativa de estos materiales era descriptiva e informativa y, aunque realizaban registros pretendidamente etnográficos, los filmes no presentaban una indagación profunda, ni reflexiva, como se espera del género «cine documental».[3]

La cuestión de la tecnología condicionaba las producciones pues los realizadores locales filmaban en 16 milímetros y luego en 8 milímetros con lo cual estaban obligados a enviar el material a provincia de Buenos Aires.  Esta situación cambió con la llegada del VHS pues no exigía revelado y era posible editar el material de una forma más sencilla.

En este contexto se unieron dos generaciones de cineastas del norte de la Patagonia, la que había comenzado con Kelly y Procopiuk en los años 60 y Mario Tondato, que inició en los 80 su acercamiento a la producción de cine “Yo conocí a  Kelly y Procopiuk  en mis comienzos en el cine, sobre todo a Kelly que me aconsejó bastante. Acá no había escuelas, tenía que formarme solo y como ellos también vivieron esa experiencia me vino bárbaro tener un encuentro con esta gente. Con carlitos Procopiuk eramos compañeros en la Universidad (del Comahue). Yo arranqué a principios de los 90 pero carlitos y Lorenzo tienen que haber arrancado en los 60 pero no estoy seguro de ese dato”.[4] Por esos años también comenzaron a funcionar grupos de aficionados al cine en Roca, con el cine Club Don Lumiere  y  en Cipolleti Grusu8.

Grey modern chronology history infographic de Marcelo Fabian Miranda

Para Lara de Cuzzi, Coordinadora del Centro de Producción y Formación del IUPA (Instituto Universitario Patagónico de la Artes) un momento importante en la producción audiovisual en el norte de la Patagonia esta vinculada a la convocatoria realizada en el marco de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ley 26.522[5] “hubo muchos años de producción televisiva que lo que hizo fue formar a los que después hacen cine”.[6]

Al calor de la apertura de nuevas bocas de difusión de contenidos nacionales, se realizó una serie de convocatorias y llamados a concursos para productoras en estructuras como unitarios, series documentales, series de ficción por región y por provincia. Fue así que Río Negro y Neuquén fueron de las que más produjeron hasta el 2016 donde ya se organizaron productores que ofrecían contenidos al estado.

Documental Gente de Rio Pablo Ruggeri Foto: IUPA

“Bombardeo a Río Colorado”, “La legión de Río Chicos” fueron de las producciones ganadores en Río Negro y “Raúl”, la historia de un criancero, en Neuquén.  En documentales recibieron un reconocimiento “Gente de Río” de Néstor Ruggeri y Pablo Degliantoni, “Érase una vez en la Patagonia” fue también destacada, una ficción sobre la base de un western en la Patagonia, “Reina” un policial realizado en San Carlos de Bariloche y “Cantoras” de Gustavo Gzain, entre otras.

Los contenidos eran alojados en el Bacua (Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentino)[7] sitio que fue dado de baja en la gestión de Mauricio Macri pero cuyo catálogo todavía es posible consultar.

Es posible ver muchos contenidos del Bacua en la plataforma Cont.ar[8] o en algunas de las cerca de 80 salas del espacio INCA[9] en General Roca, Cipolleti, Cinco Saltos, Zapala, San Martín de los Andes, Bariloche, Villa Regina, El Bolsón, Dina Huapi, Rawson, Caleta Olivia, Puerto Deseado, San Julián y Comandante Luis Piedrabuena. Otro espacio de difusión para los contenidos de realizadores locales son algunos de los 15 festivales de cine, de distintas categorías, que se realizan en la región patagónica.

Respecto a los contenidos, los documentales ponen el acento en los pobladores como “gente del río”, “valletanos”, “Raúl” “cantoras” o “El mundial que nunca se jugó”. “En la línea del policial hay de todo, por ejemplo “Reinas” es un policial que ocurre en Bariloche pero esta muy pegadito al formato del género pero podría ocurrir en cualquier lado o también las fieras, que transcurre en General Roca” sentencia Lara de Cuzzi.

Estudiantes y docentes de la UNRN Foto: diario Chubut

El territorio de la generación de contenidos animados lleva varios años con personajes como “pintin”, de las pinturerías “El dante”, el inicio de ciclo de protección de contenidos para  menores para Canal 10 de General Roca y “Alen de la Patagonia”, una serie de 8 capítulos que se difundió en el canal nacional Paka Paka y una de las creaciones más importantes que se gestó en la sede Roca del IUPA.

Un tema no menos importante es la forma de financiar los proyectos que, generalmente, están liderados por el estado nacional o provincial. “No es que no tenemos que contar con el financiamiento del estado, pero nosotros tenemos nuestra particularidad para producir que no es la de las grandes ciudades. El estado nacional tiene que empezar a ser más federal porque si ves la cantidad de financiamiento que van para Buenos Aires y por otro lado, para el resto del país, te querés matar” afirma  Lara.

Tras este impulso dado por el estado nacional, organismos públicos como la Universidad de Río Negro, la Universidad del Comahue, el IUPA, la escuela del Instituto Nacional del Cine tomaron la posta en la generación de contenidos locales junto con la aprobación de leyes provinciales (como el caso de Río Negro y Neuquén) que especifican el destino de fondos para estas actividades en particular.

Durante el 2023 se espera un recambio de autoridades nacionales lo que abre un interrogante sobre el papel del estado en los aportes para realizaciones vinculadas al cine aunque queda un reservorio en organismos intermedios y provinciales a la hora de pensar el suministro de fondos para la producción de contenidos en la Patagonia argentina.


[1] Levinson Andres (2011)  Cine en el país del viento. Fondo Editorial Rionegrino

[2] Dobrée, Ignacio (2018) El cine regional como experiencia: realizadores, espectadores y espacios de exhibición en la Norpatagonia de los ochenta. AURA. Revista de Historia y Teoría del Arte – Nº 8

http://ojs.arte.unicen.edu.ar/index.php/aura

[3] Kejner, Julia Folia Histórica del Nordeste

versión impresa ISSN 0325-8238versión On-line ISSN 2525-1627

Folia  no.30 Resistencia dic. 2017

[4] Entrevista a Mario Tondato por Marcelo Miranda en https://museodelacomunicacionregional.fadecs.uncoma.edu.ar/2023/04/27/uno-no-tiene-que-hacer-cine-pobre-y-utilizar-eso-como-una-excusa-porque-tu-historia-no-se-conto/

[5] http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/155000-159999/158649/norma.htm

[6] Entrevista realizada por el autor a Lara de Cuzzi.

[7] Se puede ver el catálogo completo en https://www.calameo.com/read/0028921282ea4e2fb85b7

[8] https://www.cont.ar/

[9] http://www.incaa.gov.ar/

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